La economía estadounidense sufrió el mes pasado una pérdida de empleos mayor de lo esperado, hasta afectar a 108.000 trabajadores. Tras este dato, la tasa de paro se mantiene en el 5,8%, el mismo nivel en el que se situó en febrero. El aumento del desempleo se produjo en el contexto de la guerra en Irak y de la incertidumbre sobre la recuperación económica.
El sector manufacturero resultó el más afectado por la destrucción de empleo (36.000), además del comercio minorista y el empleo público. Una de las pocas categorías que experimentaron un incremento fue la construcción, que creó 21.000 nuevos puestos de trabajo. El Departamento de Trabajo estadounidense hace especial mención a la industria del ocio y el turismo, particularmente castigada por el conflicto en Irak. Desde enero de 2001, este sector ha perdido 159.000 empleos, según las cifras de Trabajo.
Pese a la destrucción de empleo, algunos analistas consideran que el mantenimiento de la tasa de paro en el 5,8% puede indicar que la Reserva Federal, banco central estadounidense, no rebajará los tipos de interés próximamente. Antes de conocer las cifras, los expertos pensaban que un mal dato movería a la Reserva Federal a actuar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de abril de 2003