El Ayuntamiento de Madrid concedió a la plataforma Cultura contra la Guerra una autorización envenenada para celebrar el concierto Música por la paz. Los organizadores tenían previsto instalar el escenario en el centro de la Puerta de Alcalá, delante del arco, mirando hacia la plaza de Cibeles. Pero cuando se disponían a montarlo, a última hora de ayer, recibieron la orden del Ayuntamiento de llevarse el montaje a un extremo de la plaza, junto a la entrada al parque del Retiro. El lugar es una acera con árboles, marquesinas, papeleras, postes y otros obstáculos.
A partir de medianoche se congregaron en la plaza algunos artistas, sindicalistas y políticos que apoyan a la plataforma e iniciaron una negociación telefónica con el jefe de la Policía Municipal, José Luis Morcillo, a quien solicitaron que les pusiera en contacto con dirigentes políticos del consistorio.
Los responsables del acto comenzaron a medir sobre el terreno y contemplaron la posibilidad de colocar un escenario de 19 por 13 metros, en lugar de los 36 por 16 metros previstos. Aun así, obligará a quitar de la acera dos señales y un panel con un mapa y, posiblemente, una marquesina de autobuses. A la hora del cierre de esta edición, los artistas seguían realizando mediciones para colocar el escenario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de abril de 2003