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Crítica:COMPARATIVA BERLINAS MEDIAS TURBODIÉSEL

Renault Laguna 1.9 dCi Expression

1º 132 puntos

Línea moderna y funcional, pero menos atractiva y más impersonal que sus rivales. Tiene un frontal afilado y peculiar, pero no destaca por su elegancia.

Conducción: 47 puntos (1º)

Es agradable de conducir y mecánicamente funciona muy bien. El motor 1.9 dCi turbodiésel (120 CV) empuja con fuerza desde 1.000 vueltas y acelera sin esfuerzo hasta las 4.000. No se nota el turbo y con la ayuda del cambio manual de seis marchas responde en cuanto se acaricia el acelerador: se recupera con brío, corre mucho y cuesta apreciar que es un diésel. Además tiene las suspensiones más logradas: combinan eficacia y confort y se adaptan a cualquier trazado. Y completa su buena estabilidad con una dirección rápida y precisa, y unos frenos con ABS potentes, resistentes y seguros. Una berlina familiar bien dotada para viajar.

Vida a bordo: 43 puntos (3º)

Bastante cómodo, pero con un interior menos atractivo que sus rivales. Es amplio por dentro y tiene unos asientos grandes y confortables, pero delante no da la sensación de desahogo del Primera. En cambio ofrece un acceso más fácil a las plazas traseras, que tienen suficiente espacio para las piernas. El diseño interior es frío, y los tonos grises de los plásticos y tapicerías crean un ambiente algo triste y apagado, aunque con unos acabados sólidos, una buena insonorización y soluciones prácticas: un apoyabrazos central hueco muy grande, bolsas dobles en las puertas, posavasos retráctil delante, cortinas en los cristales traseros y dos posavasos en el apoyabrazos de atrás. Pero el maletero es el más pequeño.

Seguridad: 17 puntos (1º)

Lo mejor. El Laguna ha obtenido la máxima puntuación en las pruebas de choque y viene de serie con todo: seis airbags, ABS y control de estabilidad ESP. Además, el comportamiento dinámico es muy equilibrado y seguro.

Economía: 25 puntos (2º)

La versión 1.9 dCi Expression cuesta 23.150 euros, 800 más que el Primera y 2.000 menos que el Vectra. Y aunque el equipo de serie es muy completo, incluye menos detalles. Viene con climatizador, radio-CD, ordenador de viaje, cuatro elevalunas y un avance innovador: apertura con tarjeta y arranque con botón. Pero no lleva llantas de aleación, ni sensor de lluvia como sus rivales.

Los consumos son ajustados, aunque similares a los de sus competidores. Apenas gasta seis litros a ritmos suaves, ocho en ciudad y nueve en conducción rápida.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 5 de abril de 2003