La ex presidenta del PP de Sevilla, Amalia Gómez, quien además fue secretaria general de Asuntos Sociales con Manuel Pimentel al frente del Ministerio de Trabajo, también se opone públicamente a la guerra contra Irak, como ya hizo hace dos semanas Pimentel. En una entrevista difundida ayer por los periódicos del Grupo Joly, asegura que el cristianismo "es incompatible con la guerra" y suscribe "totalmente las manifestaciones del Papa" al respecto. "Desde luego, yo no creo en guerras preventivas", añade Gómez que, a diferencia de Pimentel (quien se dio de baja en el partido), mantendrá el carné del PP. "Prefiero denunciar la guerra insistiendo en la necesidad de acuerdos a nivel de la UE en los que debe estar España", argumenta.
Amalia Gómez elude en la entrevista las críticas directas al PP y al Gobierno central pero sí reprocha que la forma en que tomó las decisiones el presidente del Ejecutivo central, José María Aznar, ha propiciado la desunión en la UE: "Se tenía que haber pronunciado primero Prodi, que es el presidente de la Comisión Europea, y después los líderes de los diversos países europeos, incluido Aznar. La desunión de Europa y el desconcierto de las Naciones Unidas le han facilitado las cosas a [George] Bush".
Sobre las manifestaciones contra la guerra, la ex presidenta del PP de Sevilla considera que "ha sido reconfortante la ilusión por la paz que se ha demostrado en la calle", y entiende que deberían hacer reflexionar al Gobierno. "La mayoría de los ciudadanos que están contra la guerra están también contra la confrontación, porque es estéril, no resuelve nada y encona posiciones", dice respecto a la polémica entre los populares y el resto de partidos políticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de abril de 2003