El presidente cubano, Fidel Castro, vinculó ayer los juicios sumarísimos que se celebran estos días contra 78 disidentes, activistas de los derechos humanos y periodistas independientes, con el recrudecimiento de la política hostil de EE UU hacia la isla. Castro aseguró que el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason, llegó a la isla hace seis meses, "instruido para llevar a cabo provocaciones de todo tipo contra Cuba, y pretendió convertir su sede diplomática y su propia residencia en centros de entrenamiento de mercenarios que traicionan a su patria".
"No tenemos por qué admitir la impunidad de quienes traicionan al país pagados por Estados Unidos", aseguró Castro durante una intervención televisiva.
Durante la vista oral de estos procesos, al menos cinco cubanos que durante años pasaron por disidentes se destaparon como agentes de la Seguridad del Estado y testificaron en contra de sus antiguos "compañeros". Uno de los casos más relevantes fue el del "ex periodista independiente" Manuel David Orrio, el agente Miguel para el Ministerio del Interior, quien el pasado 14 de marzo organizó un Taller Nacional de Ética Periodística en la lujosa residencia habanera de James Cason.
A la reunión asistieron 34 periodistas independientes y varios periodistas extranjeros, entre ellos el que escribe. En dicho taller se premió al, en apariencia, veterano periodista independiente Néstor Baguer, quien a sus 72 años resultó ser el agente Octavio. Ambos fueron testigos de la acusación contra los periodistas Raúl Rivero y Ricardo González, para quienes la fiscalía pide 20 años de cárcel y cadena perpetua, respectivamente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de abril de 2003