"La afición del Madrid es como una mujer, que la tienes que tener contenta todos los días". Ronaldo Nazario, más conocido como El Fenómeno, no termina de encajar en la casa blanca y él mismo lo reconoce. Los hinchas le pitan. Le recuerdan que no están de acuerdo con su concepto del juego, ese que le lleva a no participar en la elaboración colectiva y le impide ayudar en las tareas más oscuras del juego. "La gente sabe que yo puedo dar cosas de mucha calidad y por eso siempre espera lo mejor de mí. Tienen muchas expectativas", dijo ayer el delantero cuando se le preguntó por qué el Bernabéu le censura.
Ronaldo, con la cara átona, como si no fuera la cosa con él, aseguró que "no había notado nada extraño en el graderío". En vista de que no colaba su contestación, el ariete recurrió a una argumentación más políticamente correcta: "Era un partido muy importante y en esta clase de encuentros uno sale muy motivado y concentrado. Por eso apenas me he fijado en si me pitaban o no". El brasileño, con una camisa de cuadritos muy ajustada que mostraba su corpulenta figura, se atrincheró en esta explicación: "Con la tensión del momento lo último en lo que se fija uno es en si te pitan".
Sí le pitaron. En varias ocasiones el Bernabéu dictó una sonora sentencia contra la indolencia del brasileño. Sobre todo en el segundo tiempo, antes de que se marchase a la caseta en el minuto 83. El aficionado del Madrid fue sobre todo severo con el egoismo del delantero. En un par de ocasiones Ronaldo controló la pelota en carrera y se lanzó contra la portería contraria. A pesar de tener a algunos compañeros desmarcados, prefirió las batallitas solitarias y los caracoleos y regates contra tres o cuatro defensores británicos.
Sin embargo, Vicente del Bosque, el técnico del Madrid, rehuyó responder sobre las expresiones de disconformidad del público con Ronaldo y repitió: "Es un tipo muy importante para nosotros. El partido estaba idóneo para él y por eso le mantuve hasta casi el final del encuentro".
Jorge Valdano, el director deportivo del Madrid, muy sonriente y abiertamente satisfecho del desarrollo del encuentro, no se detuvo a hacer declaraciones al respecto de Ronaldo.
El entrenador madridista, siempre cauto, casi siempre diplomático, recordó que, a pesar del buen resultado, "la eliminatoria todavía está en el aire". Del Bosque subrayó los primeros 45 minutos de su equipo y los calificó de "brillantes".
Mientras, Iker Casillas, expresó su "rabia" por el gol del Manchester y aseguró: "Teníamos más cerca meterles el cuarto que que ellos anotasen uno, por eso te fastidia que al final el resultado no sea tan claro como tenía que haber sido". Hierro, el veterano capitán, también se apuntó a la teoría de que "la ventaja pudo haber sido mayor".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de abril de 2003