Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Las cárceles españolas superan su propio récord con casi 54.000 presos

Ninguna de las tres nuevas prisiones que anunció el Gobierno ha sido proyectada

Las prisiones españolas acabaron el año batiendo récords de ocupación y prácticamente cada semana que pasa la población reclusa vuelve a aumentar. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias asegura que el pasado 4 de abril estaban internados en los penales españoles un total de 53.600 presos, el máximo desde la posguerra civil. El colchón plazas en las celdas con que el Gobierno tenía previsto aguantar un previsible aumento de los presos empieza a agotarse mientras que, de momento, no se ha puesto ni una piedra de las cuatro nuevas cárceles que está previsto construir.

La saturación de los centros penitenciarios forzó en 2002 el traslado de 18.308 presos de cárceles de Madrid, Canarias, Andalucía y Comunidad Valenciana a centros penitenciarios de Castilla y León y de Castilla-La Mancha, principalmente. La saturación carcelaria registrada en 2002 se produjo en las cuatro comunidades con más altos índices de criminalidad.

Esa situación se produjo cuando en las cárceles, incluidas las catalanas gestionadas por la Generalitat, la ocupación media anual era de 50.537 presos. Esa media de 2002 ha sido pulverizada en lo que va de año hasta elevarse a 52.832. Y esta última cifra se queda realmente corta a la vista de que la semana pasada estaban entre rejas 49.258 hombres y 4.342 mujeres.

El 77,1% de la cifra total corresponde a presos ya condenados, a los que, en la mayoría de los casos, aún le queda un buen tiempo a la sombra. El 22,9%, es decir, 12.272 personas, se encontraban en situación preventiva y a la espera de juicio. Las mayores concentraciones de presos se registran en las cárceles andaluzas (con 12.035 internos), seguida de Cataluña (7.146), Madrid (6.986) y Castilla y León (5.097).

Las cárceles de la última comunidad autónoma citada, menos saturadas por sus menores índices de delincuencia, están siendo utilizadas por prisiones para trasladar a presos de puntos más saturados. En Sevilla, por ejemplo, el índice de ocupación no ha bajado en lo que va de año del 91% en todos sus departamentos. La media de ocupación de las cárceles es del 106%, según datos de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior. Pero ese porcentaje se está desbordando.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de abril de 2003