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OPINIÓN DEL LECTOR

Daños colaterales

Se inaugura el metrosur y a propósito de ello quiero poner estas letras para advertir a los vecinos cuyas viviendas están próximas a las vías de las dificultades que van a encontrar si se da el caso de que sus casas se vean afectadas por las obras.

Las obras de la línea 10 del metro afectaron a varias fincas de la calle de José Abascal de Madrid, entre ellas a la del 25 y es a la que me refiero. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, las grietas avanzan día a día y los vecinos no saben cómo puede terminar. Las administraciones local y autonómica remiten a la constructora Necso que tras larguísimas negociaciones ofrece una cantidad ridícula para pagar los daños cuya valoración ni siquiera está hecha. La única solución es la vía judicial que se alarga en el tiempo y exige un desembolso por parte de los vecinos, algunos de ellos pensionistas, que les perjudica enormemente. Ésta es en síntesis una realidad que recuerda otra más dramática en la que quienes ostentan el poder, económico en este caso, abusan de él sin consideraciones hacia las víctimas colaterales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de abril de 2003