El Fondo Monetario Internacional expresó ayer su apoyo a una nueva resolución de la ONU sobre la reconstrucción de Irak. En un comunicado, los Estados miembros del FMI (184 países) subrayan la necesidad de que toda la comunidad internacional se implique en esa tarea. El gesto supone un acercamiento por parte de EE UU.
A través de un comunicado tras la reunión del Comité Internacional Financiero y Monetario del FMI (un órgano asesor) la institución señaló: "El Comité se da cuenta de que la situación en Irak plantea importantes problemas, con una necesidad urgente de restaurar la seguridad, aliviar el sufrimiento humano y promover el crecimiento económico y la reducción de la pobreza".
El comunicado responde a un gesto anterior por parte de Estados Unidos y los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G7 presentes en la reunión. Los siete países más industrializados apoyaron expresamente que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una nueva resolución para la reconstrucción de Irak. Hasta ahora, Washington mantenía que Estados Unidos iba a dirigir la ayuda sin nueva resolución de la ONU.
"Reconocemos la necesidad de un esfuerzo multilateral para ayudar a Irak. Apoyamos que el Consejo de Seguridad adopte una nueva resolución", dijo ayer el G-7 en su comunicado, elaborado tras las intensas discusiones que fueron dirigidas por el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, y por el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan.
"El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial deberían desempeñar su papel habitual en la reconstrucción y desarrollo de Irak", decían los países más industrializados. En el comunicado posterior, el Comité Financiero del FMI respondía: "[El FMI y el Banco Mundial] están preparados para desempeñar su papel normal en la reconstrucción de Irak en el momento apropiado".
Estados Unidos, como potencia ocupante del país invadido hace tres semanas, se atribuía la exclusiva de la administración, relegando a la ONU a un papel definido como "vital", pero restringido esencialmente a operaciones de ayuda humanitaria. Alemania, Francia y Rusia, como cabeza de los países que se opusieron a la guerra, exigían para la ONU una posición de liderazgo en el proceso de reconstrucción. La discrepancia amenazaba con retrasar la ayuda.
El comunicado del G7 también prevé la posible condonación de deuda como uno de los mecanismo de socorro a Irak. Estados Unidos es el promotor de la idea de perdonar deuda, expuesta en días pasados por representantes de la Administración estadounidense de forma tan agresiva que sonaba a sanción financiera a Berlín, Moscú y París, los principales acreedores del régimen de Bagdad.
"Espero que piensen sobre las grandes deudas contraídas por dinero que fue prestado al dictador [Sadam Huseein] para que comprara armas y se construyera palacios", declaró Paul Wolfowitz, secretario de Defensa adjunto en la Administración Bush, ante un comité del Senado. "Creo que deberían pensar si no sería apropiado perdonar toda o parte de la deuda" añadió.
El presupuesto Bush, aprobado
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado in extremis el presupuesto de 2,47 billones de dólares presentado por la Casa Blanca para el próximo año, pero ha reducido las pretensiones presidenciales de recortar 726.000 millones de dólares en impuestos durante la próxima década. La versión aprobada admite sólo un recorte de 350.000 millones, aunque deja abierta la posibilidad a que suba hasta los 550.000. En el aire queda la propuesta de eliminar la doble imposición sobre los dividendos. En el caso de que finalmente pase la propuesta más generosa, el recorte sobre dividendos quedaría en la mitad.
La Cámara de Representantes aprobó el presupuesto con los 550.000 millones de recorte fiscal, pero el Senado sólo dio su visto bueno tras la promesa a dos senadores republicanos de que en el futuro ajuste fino de los números se buscará dejar el recorte en 350.000 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003