Exactamente por ese orden, ésos son los territorios donde es más fácil ser víctima de un delito. Las causas del aumento son distintas, pero las soluciones que se plantean son muy similares. En el caso de Baleares, las causas se achacan a los robos en domicilios que permanecen vacíos casi todo el año. El aumento de la criminalidad ha erosionado la imagen de eficacia que vende la hasta ahora delegada del Gobierno, Catalina Cirer, que se estrena por el PP para la alcaldía de Palma, mientras su oponente, Antoni Roig (PSOE), ha centrado su acción política en pregonar por toda la capital las lagunas en seguridad. En Tarragona, los robos con violencia han disparado la sensación de inseguridad, cuyo origen está, según el fiscal en jefe, José María Parra, en los "raquíticos" medios de la policía. Lo de Ceuta es otra cosa: todo se achaca a su condición fronteriza, lo que catapulta los delitos de tráfico de drogas, inmigración ilegal y falsificación documental.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003