Dos vehículos de la Guardia Civil fueron inutilizados a pedradas ayer por unos desconocidos en las inmediaciones de la frontera del Tarajal, que separa la ciudad de Ceuta de Marruecos.
Los hechos se produjeron por la mañana. Las piedras, lanzadas desde unos montes cercanos, aledaños a la conflictiva barriada del Príncipe, nido de contrabandistas, narcotraficantes y traficantes de personas, alcanzaron a un autobús encargado de trasladar a los guardias que vigilan la frontera y a otro de los vehículos oficiales que emplea el instituto armado, según explicaron fuentes policiales. No hubo heridos, y tampoco pudieron ser detenidos los autores del apedreamiento.
La Guardia Civil ha informado de que en lo que va de año sus hombres han sufrido un total de 77 apedreamientos, la mayoría de los cuales se produjeron en los 8,2 kilómetros de perímetro fronterizo.
Muchos de estos lanzamientos de piedras están relacionados con los controles fronterizos existentes en la ciudad autónoma norteafricana. Los disturbios ya obligaron a las autoridades españolas a cerrar esta semana el otro paso fronterizo, situado en Benzú, al norte de la ciudad, por el que transitan diariamente 3.000 personas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003