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Llega a Madrid el cuerpo de Couso en un avión del Ejército

El cadáver del cámara de Tele 5, muerto en Bagdad, será incinerado hoy

Poco antes de la una de la madrugada de hoy llegaron a Madrid en un avión del Ejército los restos mortales del cámara de Tele 5 José Couso, muerto en Bagdad el día 8 por un disparo de un tanque de EE UU. El Hércules C-130 había despegado a las 11 de la mañana, hora de Kuwait (10 en la Península). La Federación de Sindicatos de Periodistas ha denunciado la precariedad laboral de los dos informadores muertos.

Junto al cadáver viajaron el compañero del cámara en Tele 5, Jon Sistiaga; el enviado especial de la agencia Efe a Irak, Alfonso Bauluz, y el equipo de Tele 5 que cubría la guerra desde Kuwait.

El avión realizó una escala técnica en El Cairo (Egipto) antes de aterrizar en la base aérea de Getafe (Madrid) poco antes de la una de la madrugada de hoy. En la base aérea esperaban sus hermanos Javier, David, María Isabel y Bárbara, y su viuda, Dolores Jiménez, así como sus amigos y compañeros de Tele 5. La capilla ardiente se instalará esta madrugada en el Tanatorio de la M-30 de Madrid. La incineración del cuerpo está prevista a la una de esta tarde en el cementerio de La Almudena.

José Couso, de 37 años, estaba filmando desde la terraza del hotel Palestina, cuando le alcanzó el artefacto disparado por el tanque. Aunque llegó con vida al hospital de Bagdad, las graves heridas que sufría provocaron su muerte. Junto a él falleció otro cámara de la agencia Reuters y resultaron heridos dos redactores de la misma agencia. El viernes, el cuerpo de Couso fue trasladado desde el hospital a una base aérea de EE UU en Kuwait.

Cubierto con una bandera española, el féretro fue subido al avión por ocho compañeros de profesión. Al pie de la rampa que accedía al Hércules de la Fuerza Aérea española, permanecieron en silencio los demás periodistas que cubren la guerra desde la retaguardia kuwaití. En el acto también estuvieron el embajador de España en Kuwait, Álvaro Alabart, y la cónsul, Alicia Rico.

[Por otro lado, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) denunció ayer en un comunicado titulado Parrado y Couso, una precariedad sangrante, que la desaparición de Julio A. Parrado, enviado por El Mundo, y del cámara de Tele 5 pone de relieve "la situación de precariedad" en la que se encuentran muchos trabajadores de la información.

Cubierto con una bandera española, el féretro fue subido a bordo por ocho compañeros de profesión. Al pie de la rampa que accedía al Hércules de la Fuerza Aérea española, permanecieron en silencio los demás periodistas que cubren la guerra desde la retaguardia kuwaití. En el acto también estuvieron el embajador de España en Kuwait, Álvaro Alabart, y la cónsul, Alicia Rico.

[Por otra parte, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) denunció ayer en un comunicado titulado Parrado y Couso, una precariedad sangrante, que la desaparición de Julio A. Parrado, enviado por El Mundo y muerto por un misil iraquí, y del cámara de Tele 5 pone de relieve "la situación de precariedad" en la que se encuentran muchos trabajadores de la información. Respecto a Parrado, subraya que "a pesar de no pertenecer a la plantilla de El Mundo, le han permitido que fuera como enviado especial a una guerra".

En cuanto a Couso, el comunicado detalla las condiciones en que trabajaba como autónomo: "La cámara con la que ha filmado el horror de esta guerra era suya y él era su propia empresa; esa cadena de televisión contrató sus servicios y renovaba periódicamente ese contrato, pero no lo tenía entre sus trabajadores de plantilla"].

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003