En sus funciones como máximo responsable artístico de la Filarmónica de Berlín, cargo en el que sustituyó a Abbado en septiembre de 2002, Simon Rattle lleva asociada la dirección del Festival de Pascua de Salzburgo. Ayer debutó con una brillante versión musical de Fidelio, de Beethoven. Entre los cantantes fue emotiva la primera actuación escénica de Thomas Quasthoff.
Rattle eligió Fidelio para su presentación salzburguesa de Pascua, tal vez por el carácter de ópera de ideas y valores simbólicos, de canto a la libertad. Rat-tle ha manifestado que lo que más desea es aplicar a las grandes orquestas el sentido transparente de la música de cámara. Su dirección de Fidelio fue en esa línea, pero también incorporó técnicas propias de las interpretaciones historicistas, como golpes secos de la percusión, un reflejo de su colaboración con la Orquesta del Siglo de las Luces, pero matizadas esta vez por la opulencia sonora de la Filarmónica de Berlín.
Globalmente la representación no acabó de cuajar. En primer lugar, por la supresión de los diálogos hablados, sustituidos por unas escenas mudas o pantomimas, que más que explicar las transiciones entre las escenas cantadas, lo que hacían era enfriar la tensión musical. A ello hay que añadir una dirección escénica de Nicolaus Lehn-hoff con un atractivo concepto escenográfico, pero muy escasa de contenidos teatrales. Mala cosa, en una ópera tan particularmente, valga la paradoja, poco operística.
Los cantantes estuvieron por debajo de sus posibilidades, aunque el público se mostró comprensivo por las dificultades inmisericordes a que les somete Beethoven. Especialmente valorado fue el trabajo de Angela Denoke, aunque no se acabó de encontrar cómoda en el papel protagonista de Leonora, y el de Thomas Quasthoff como Don Fernando. La corrección, sin más, caracterizó a Juliane Banse, Jon Villars y Rainer Trost.
La representación de ayer de Fidelio se transmite por el canal franco-alemán Arte de televisión el próximo 30 de abril, a las 20.45.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003