Vivo en el barrio de Loranca (Fuenlabrada). Quisiera hacer llegar nuestra protesta contra la implantación del uniforme escolar en el instituto público de nuestro barrio, puesto que pensamos que no se respeta el derecho de nuestros hijos a tener una imagen y una identidad propias; además, a algunos padres les supondría un problema económico añadido a la compra de libros y material escolar. Creemos que no es misión de los educadores decidir la forma de vestir de nuestros hijos, sino enseñarles la tolerancia y el respeto por las diferencias de los demás. Puesto que no se puede elegir el colegio o instituto público, sino que está sujeto a las plazas disponibles, consideramos que es obligar a los padres a ir en contra de sus principios educativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003