Estos días ya ha comenzado la publicación de resultados correspondientes al primer trimestre del año y el grado de cumplimiento (que, de momento, está siendo elevado) debe interpretarse con cautela. En primer lugar, porque los beneficios se comparan con unas previsiones revisadas sistemáticamente a la baja en las pasadas semanas. En segundo, porque las alzas se consiguen gracias a la contención de costes y no tanto a la mejora de los ingresos. La semana que viene, con el 66% de las empresas que conforman el índice S&P 500 ya publicado tendremos más elementos de análisis para poder señalar si el reciente movimiento alcista de la renta variable responde en exclusiva a un minoración de la prima por riesgo o, por el contrario, a una percepción de recuperación económica. Pero todo apunta a lo primero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de abril de 2003