Definitivamente, el Barça se ha convertido en un equipo sufridor. Lejos de imponer su supuesto poderío y manejar los partidos con la holgura en la que hacen pensar los nombres del equipo, el conjunto dirigido por Svetislav Pesic se ha especializado en mantener la agonía hasta el último suspiro de cada encuentro. Sucedió el pasado jueves en Atenas, en la Euroliga, y se repetió ayer en Badalona. La diferencia respecto a anteriores temporadas es que, pese al sufrimiento, al final, el Barça gana. Lo hizo ante el Oympiakos, lo que le supuso medio billete para la final a cuatro del Sant Jordi, y también ayer, frente al Joventut, con una victoria (74-77) que, tras las derrotas del Pamesa y el Unicaja, afianza su liderato en la ACB, al tiempo que descuelga a la Penya de los puestos de arriba.
JOVENTUT 74 - BARCELONA 77
Joventut: Marco (5), Radulovic (8), Vázquez (12), Hamilton (8) y Tabak (7) -cinco inicial-; Jofresa (11), Espil (21), Bueno (2) y Drame.
Barcelona: Jasikevicius (13), De la Fuente (14), Bodiroga (16), Fucka (8) y Dueñas (6) -cinco inicial-; Rodríguez (7), Navarro (7), Femerling (6) y Alzamora.
Árbitros: Mitjana, Redondo y García G.
Unos 8.000 espectadores en el Pabellón Olímpico de Badalona.
REAL MADRID 86 - LUCENTUM 64
Real Madrid (15+28+18+25): Victoriano (6), Herreros (11), Mumbrú (9), Alfonso Reyes (2) y Alston (12) -cinco inicial-; Núñez (8), Tarlac (18), Lucio Angulo (10), Mulaomerovic (6) y Hernández-Sonseca (4).
Lucentum Alicante (17+14+14+19): Prigioni (8), Perasovic (6), Stojic (9), Roe (20) y Junyent (13) -cinco inicial-; Burke, Baldo, García (5), Gómez (3) y López Valera.
Parciales: 15-17, 28-14, 18-14 y 25-19.
Árbitros: Sancha, Guirao y Araña. Sin eliminados.
Unos 3.900 espectadores en el Pabellón Raimundo Saporta.
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Mientras el Joventut aún dormía, Jasikevicius impuso un ritmo frenético al juego que, unido al acierto ofensivo, propulsó al Barça en el marcador (13-23). Ahí estaba De la Fuente para confirmar que atraviesa un espléndido momento y para reivindicarse como recambio de lujo de las estrellas azulgrana. Con Bodiroga, Fucka y Jasikevicius poco acertados, el madrileño se reveló como la mejor arma ofensiva del Barça.
Pesic, que debió pensar que la cosa pintaba bastante bien, decidió prescindir de Bodiroga y Jasikevicius durante todo el segundo cuarto. Y el Barça se clavó. Y lo hizo porque para entonces Manel Comas, se quedó con un sólo pivot, colocó a dos aleros bajos y mandó defender en zona. Y así, mientras los verdinegros iban sumando desde el perímetro (Vázquez y Espil se mostraron muy solventes desde la línea de tres), el Barça se atascaba (41-42, al descanso).
Con el Joventut pisándoles los talones a los de Pesic, el encuentro entró en una fase mortecina. Los verdinegros, bien dirigidos por Jofresa, durmieron el partido por momentos y, a base de triples, le fueron comiendo terreno al Barça. Pero, como en Atenas, la amenaza verdinegra sólo sirvió para estimular a la gran estrella. Bodiroga, que hasta entonces se había mostrado bastante desacertado -tan sólo ocho puntos en treinta minutos-, tomó las riendas del encuentro. Un triple suyo y otro de Navarro dieron un nuevo respiro a los azulgrana. Pero el Joventut, parapetado en la línea de tres, resistió el tirón. Era el momento de Jasikevicius. En situaciones de apuro, el base lituano es otro de los jugadores que se crece. Sus cuatro puntos consecutivos resultaron definitivos. Lo que quedaba, un triple de Radulovic que situó a la Penya a tres puntos y dos tiros libres fallados por Bodiroga a renglón seguido, sólo sirvió para mantener la emoción y confirmar que este Barça sufre más de lo previsto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de abril de 2003