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GUERRA EN IRAK | La zona del conflicto

Bush dice "hablar en serio" cuando acusa a Siria de esconder armas químicas iraquíes

El Reino Unido explica a Damasco que no comparte las acusaciones estadounidenses

George Bush ha convertido en acusaciones las sugerencias de los últimos días de miembros de su Administración al culpar ayer a Siria de poseer armas químicas. "Creemos que hay armas químicas en Siria. Cada situación merece una respuesta diferente. Lo primero es lo primero. Ahora estamos con Irak. Esperamos que Siria coopere", aseguró el presidente de EE UU. "Hablamos en serio", advirtió. Pero el Reino Unido se desmarcó ayer de su aliado. El ministro británico de Exteriores comunicó a Siria que no comparte las acusaciones estadounidenses.

El Pentágono había insinuado que algunos dirigentes del régimen de Sadam Husein podían haber cruzado la frontera siria llevándose quizá las supuestas armas de destrucción masiva que EE UU no encuentra en Irak. El jefe del Pentágono se sumó a la escalada verbal contra el Gobierno de Damasco y le acusó de estar cometiendo "graves errores". Colin Powell también advirtió a Siria sobre el riesgo de acoger en su territorio a miembros del antiguo Gobierno iraquí.

Bush se quedó a un paso de formular una amenaza militar contra Siria: "Tienen que cooperar", dijo el presidente de EE UU sin explicar qué ocurriría en caso contrario. "Hablamos en serio sobre parar las armas de destrucción masiva", dijo el presidente cargado de energía a su regreso del descanso en Camp David.

Bush no aclaró si las supuestas armas químicas sirias pertenecen a un arsenal propio o a un trasvase de armamento desde Irak, como ha sugerido el Pentágono en varias ocasiones. El Departamento de Defensa ha insinuado que una de las razones por las que no consigue encontrar las supuestas armas químicas de Irak es porque algunos de sus antiguos dirigentes pueden habérselas llevado con ellos en su huida hacia Siria.

Las advertencias de Bush forman parte de una operación concertada en el Gobierno de EE UU en la que participaban también los secretarios de Defensa y Estado, Donald Rumsfeld y Colin Powell. El primero fue el más agresivo. En declaraciones a la CBS, se negó a anticipar qué haría su país si Sadam apareciese vivo en territorio sirio; pero, si ése fuera el caso, "Siria habría cometido un grave error", dijo Rumsfeld.

El halcón del Pentágono acusó a Damasco "de cometer un montón de errores graves, un montón de equivocaciones" al mostrar su solidaridad con el régimen caído de Sadam y, sobre todo, al permitir la entrada de antiguos dirigentes en su territorio.

A Rumsfeld parece molestarle especialmente que cientos de voluntarios sirios hayan querido viajar hasta Irak para luchar contra Estados Unidos: "Hemos parado algunos autobuses, a otros combatientes los hemos capturado como prisioneros de guerra y otros están muriendo en el combate", dijo el secretario de Defensa, para quien Siria ya está pagando un precio por apoyar a Sadam.

"Se están asociando con mala gente y eso va a dañar al pueblo sirio", aseguró. Por su parte, Powell había dicho antes en la BBC que Siria "se equivocaría" si permite la presencia de personas vinculadas al antiguo régimen.

Frente a la creciente presión estadounidense, Siria ha recibido con alivio el inesperado apoyo del Reino Unido. El ministro de Exteriores británico, Jack Straw, ha comunicado formalmente a su homólogo sirio, Faruk Shara, que Gran Bretaña no comparte las amenazas vertidas por EE UU contra Siria, y que prefiere solucionar los enfrentamientos por la vía del diálogo, según anunciaba ayer la agencia de prensa siria Sana. El gesto de Reino Unido refuerza la ofensiva europea, encabeza por Francia, en defensa de Damasco, que se empezó a constituir el pasado viernes tras una visita que el jefe de la diplomacia francesa, Dominique de Villepin, efectuó a la capital siria. En esta visita Villepin trató de convencer al presidente Bachar Al Assad y a Faruk Shara de que bajaran el tono de su discusión con EE UU, favorecieran la vía de un diálogo y evitaran cualquier enfrentamiento con Bush.

El nuevo aliado de este frente europeo en defensa de Siria, Straw, se comprometió en una conversación telefónica mantenida con Faruk Shara a entregarle un documento de apoyo. El ministro británico enviará a principios de esta semana un emisario especial a Damasco, Mike O'Brien, quien será portador de una carta del primer ministro Tony Blair, en la que "el Gobierno británico se compromete a continuar el diálogo con Siria, por el interés de la seguridad y la estabilidad de la región", según la agencia siria Sana.

Por su parte el semanario estadounidense Time asegura en su edición europea de hoy que existen pruebas de la presencia de terroristas islamistas en Siria. Time asegura citando a una fuente policial italiana que hasta la primera semana de guerra en Irak se han interceptado llamadas hechas entre Siria e Italia por parte de importantes líderes de la organización terrorista Ansar al Islam.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de abril de 2003