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El 94% del pescado analizado en Galicia es apto para el consumo

El mal tiempo frustra el retorno a las faenas de los 'percebeiros'

Los análisis oficiales sobre el pescado y el marisco gallego confirman la recuperación de las zonas menos batidas por la marea negra y la persistencia de contaminación en la Costa da Morte, que el chapapote del Prestige castigó durante tres meses. De las muestras analizadas por los laboratorios de la Xunta de Galicia y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, sólo en el 6% se detectó una presencia de hidrocarburos superior a los límites máximos tolerables para el consumo humano. En todos los casos, se trataba de ejemplares capturados en zonas donde aún no están permitidas las capturas.

Hasta el pasado día 9, técnicos del Gobierno gallego recogieron un total de 235 muestras de pescado y marisco por toda la costa. De ellas, 221 -el 94%- ofrecieron resultados negativos o mostraron niveles ínfimos de hidrocarburos, por debajo del límite que la Organización Mundial de la Salud considera peligroso para el organismo humano.

Los resultados de este estudio presentado ayer confirman la impresión general que transmite el aspecto de la costa y las observaciones de los pescadores en el mar. En las Rías Bajas, donde el chapapote se quedó a sus puertas, las especies no están afectadas, a excepción de las islas Cíes, en las que se capturaron navajas con restos de hidrocarburo. En la Costa da Morte, sin embargo, la polución persiste y se encontraron ejemplares de berberecho, mejillón y, sobre todo, percebe contaminados. Las rocas donde se crían los percebes fueron de las más expuestas a los embates del chapapote, que el marisco absorbió disuelto en el agua. Un total de 180 kilómetros de litoral, la mayoría en la Costa da Morte, están aún manchados de fuel.

De todos modos, el director del Centro de Control del Medio Marino de la Xunta, Juan Maneiro, destacó que la mayoría de los ejemplares de ese crustáceo en la Costa da Morte no han muerto a pesar del hidrocarburo. "La situación no presenta la gravedad que se podía pensar en el primer momento", aseguró Maneiro. "De hecho, incluso se ha advertido que está más afectada la mejilla -cría del mejillón- que el percebe".

Maneiro admitió que en esa zona la recuperación de las especies dañadas puede tardar tiempo porque "mientras la costa no esté absolutamente limpia es de suponer que el fuel se siga disolviendo en las aguas".

Ayer mismo, la Xunta había autorizado la captura de percebe en otros tramos del litoral gallego menos tocados por el chapapote, desde A Guarda, en la frontera con Portugal, hasta Cedeira, cerca del Cantábrico. Pero el mal tiempo frustró el retorno a las faenas y sólo en A Guarda salieron 20 mariscadores, que recogieron 60 kilos de percebe. Por la misma razón, tampoco pudieron aprovechar la primera jornada de apertura de la veda buena parte de las 4.000 embarcaciones que pescan en el interior de las Rías Bajas.

Por otra parte, las cámaras de comercio de Galicia presentaron ayer un estudio que cifra en 1.390 millones de euros las pérdidas económicas ocasionadas por el desastre del Prestige en el sector privado, especialmente el pesquero y el turístico. Las cámaras subrayan además que "sigue habiendo un alto grado de desconocimiento sobre las medidas adoptadas por la Administración central".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de abril de 2003