A sus 40 años, a Michael Jordan sólo le queda un partido, el de esta noche en Filadelfia con sus Wizzards, para retirarse definitivamente, dice, del baloncesto. En la madrugada pasada ya se despidió del público de Washington. Donald Rumsfeld, el secretario de Estado de Defensa, le entregó la bandera que ondeaba en el Pentágono justo un año después del 11-S.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de abril de 2003