Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Bush reclama apoyos a su reforma fiscal para impulsar la economía tras la guerra

Si prospera la rebaja de 550.000 millones en impuestos, se crearán 1,4 millones de empleos

A las 24 horas de que Estados Unidos diera por concluido el grueso de su campaña militar en Irak, George Bush compareció ayer en la Casa Blanca para subrayar que el bienestar económico de los estadounidenses sigue siendo su otra gran prioridad. El presidente, que ha visto cómo el Congreso rechazaba su plan de recortes fiscales, valorado en 726.000 millones, por temor a los efectos sobre el déficit, pidió ayer a los legisladores que aprueben al menos un recorte de 550.000 millones para estimular la economía, lo suficiente para crear 1,4 millones de nuevos empleos hasta finales de 2004.

Bush aprovechó el último día de los norteamericanos para presentar la declaración de la renta para hacer llegar a los electores su interés por la marcha de la economía y en la menor presión fiscal. El día era extraordinariamente primaveral y el entorno del Rose Garden, jardín de la Casa Blanca, realzaba la ocasión. Ante una selecta representación de pequeños y medianos empresarios, el presidente recuperó su discurso de enero en Chicago, cuando planteó una rebaja de impuestos a 10 años vista de 726.000 millones de dólares, en la que la pieza estelar, por lo novedoso, era la eliminación de la doble tasación sobre los dividendos.

"El paquete presentado en enero es hoy más urgente", dijo Bush, que rebajó sus pretensiones de recortes fiscales de entonces para acomodarlas a las actuales exigencias de los congresistas. La pasada semana, la Cámara de Representantes y el Senado dieron su visto bueno a las grandes líneas del presupuesto que debe regir a partir de octubre, pero discreparon sobre las dimensiones de las rebajas fiscales.

Sucesivos recortes

En el Senado, el vicepresidente Dick Cheney tuvo que hacer valer su voto de calidad para deshacer un empate y sacar adelante una propuesta que recorta a menos de la mitad (350.000 millones) el plan presidencial. La Cámara de Representantes fue más generosa con Bush y sólo lo rebajó hasta 550.000 millones. Las dos Cámaras tienen varios meses para ajustar la discrepancia.

El no a las peticiones presidenciales deriva del temor de los congresistas al déficit, previsto para el próximo ejercicio en un récord de 385.000 millones, camino de un total acumulado en 10 años de 1,82 billones de dólares. Bush justificó ayer la entrada en números rojos al decir que "en dos años el país ha experimentado guerras , una recesión y una emergencia nacional que han llevado al déficit". El mejor modo de reducirlo "es con más crecimiento en la economía, que supone más ingresos para el tesoro, y menos gastos".

"Necesitamos al menos un recorte de 550.000 millones porque más alivio fiscal hará que se creen más empleos", insistió Bush, que presentó como principales beneficiarios al ciudadano de a pie y a las pequeñas y medianas empresas. "Cuando los consumidores gastan, hay más actividad económica, por eso es necesario el inmediato recorte de los impuestos, para que tengan dinero para gastar y ahorrar", dijo.

Un recorte de impuestos hasta los términos planteados por el Senado acabaría con el plan de eliminar la doble tasación sobre dividendos (como beneficio empresarial, primero, y cuando los reciben los accionistas), salvo que se atacaran otros renglones de gasto. Con los 550.000 millones que está dispuesta a conceder la Cámara de Representantes, el socorro a los dividendos quedaría reducido a la mitad. Bush insistió ayer en la medida, de la que dijo que beneficiará a los jubilados, por recibir la mitad de todos los dividendos que se abonan en Estados Unidos, y alentará la inversión.

"El plan propuesto creará 1,4 millones de nuevos empleos hasta finales del año 2004", contabilizó Bush. En el aire quedó que para esas fechas el presidente buscará la reelección, ya que en noviembre de 2004 los estadounidenses elegirán presidente. Su interés en la mejora de la economía, o como mínimo el aparente deseo de mejorar la situación de los trabajadores, es una lección duramente aprendida de su padre. El primer Bush disfrutó de cotas de popularidad por encima del 90% tras su victoria sobre Irak en 1991, que se volatilizaron a la hora de revalidar su mandato en las urnas en 1992 por la negativa marcha de la economía.

Resultados empresariales

Los planes presidenciales no afectaron a los mercados, más pendientes de los resultados que están presentando las empresas sobre el primer trimestre y sobre sus perspectivas para el resto del ejercicio. Los buenos números de IBM, que aumentó un 8% sus beneficios, y la confirmación de que va a cumplir lo previsto para 2003 se vieron empañados por General Motors, que cumplió las expectativas en enero-marzo, al multiplicar por 6,5 sus beneficios del mismo periodo de 2002, pero dudó de que las fuera a alcanzar en el año debido la debilidad económica. También Johnson & Johnson ofreció motivos de alegría, al comunicar ganancias un 12,9% superiores hasta marzo. Y Microsoft elevó un 1,8% sus beneficios en el último trimestre, el primer resultado trimestral positivo del gigante informático en casi dos años.

Anthony Santomero, presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, considera que el rápido desarrollo de la guerra puede haber disipado uno de los nubarrones que pesaban sobre la atmósfera empresarial, "pero todavía es muy pronto para decir que la situación global se haya estabilizado y que la economía esté en el buen camino".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de abril de 2003