Los percebeiros gallegos retornan lentamente al trabajo, pese a la mala mar, tras el levantamiento de la veda, el lunes pasado, en las zonas menos contaminadas por el chapapote del Prestige. En la foto, una mujer se enfrentaba ayer a las olas en O Grove (Pontevedra). El precio de este preciado marisco alcanzó ayer los 62 euros el kilo. Sólo en Ferrol se recogieron ayer 500 kilos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 16 de abril de 2003