Las empresas que quieren ofrecer un servicio de calidad consideran muy importante que sus trabajadores estén motivados. Todo lo contrario pasa con Educación. Practica una política oscurantista de cara a la sociedad y amenazadora cara a los profesionales de la enseñanza. Promociona la enseñanza privada y elimina plazas en la pública. En el último concurso de traslado de secundaria, el número de plazas era ridículo, y no me ha tocado ninguna. Me espera otro año viviendo solo entre semana y haciendo vida familiar sólo sábados y domingos. ¿Es ésta razón suficiente para que me den una comisión de servicios para el próximo curso? Yo sólo quiero vivir con mi familia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de abril de 2003