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Bruselas se queja a EE UU de las restricciones a las auditoras europeas

La Comisión Europea se ha puesto en contacto con las autoridades reguladoras de los mercados financieros en Estados Unidos para expresarle su "gran preocupación" por el impacto que tendrá en las firmas auditoras europeas la legislación que se está fraguando en Washington para evitar nuevos escándalos financieros. Bruselas señala que la obligación de inscribirse en un registro para poder operar en EE UU no solo incrementará los costes y el papeleo, además se corre el riesgo de que estas normas sean contradictorias con la legislación europea.

El comisario europeo de Mercado Interior y Fiscalidad, Frits Bolkestein, ha enviado una carta al presidente estadounidense de la Comisión del Mercado de Valores (SEC), William Donaldson, en la que le expresa las inquietudes ya suscitadas en este sentido por los ministros de Economía y Finanzas de la UE en la reunión informal celebrada el 5 de abril en Atenas. La Comisión Europea propone para solucionar el problema que se consideren las normas europeas como "equivalentes" a las estadounidenses, como se ha hecho en otros sectores en el ámbito de los servicios financieros.

Bruselas, afirma en la carta, apoya los objetivos que busca Washington con la conocida como acta Sarbanes-Oxley, con la que se pretende limitar con nuevas normas legales y un registro la aparición de nuevos escándalos financieros en el futuro que hagan tambalear los mercados, como sucedió con el colapso de los gigantes Enron y WorldCom. Por todos estos motivos, la Comisión Europea pide una moratoria de un año en la aplicación de la nueva reglamentación.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de abril de 2003