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OPINIÓN DEL LECTOR

Geopolítica

La capital del mundo es New York, se gobierna desde Washington y manda el Pentágono. Eso lo sabe todo el mundo y no necesitan saber más. Bush lo sabe y sabe dónde están los pozos de petróleo de Irak, aunque no sabe ni quiénes son los iraquíes ni dónde está Bagdad, por mucho que sus misiles la hayan arrasado.

Su política exterior se resume en mirarse el ombligo complacido de haberse conocido y en producir películas en Hollywood a la mayor gloria del imperio americano (aunque he intentado poner imperio americano con mayúsculas es imposible, enseguida salta la alarma de incompatibilidades mayestáticas).

Su política interior se basa en tapar los escándalos financieros y las crisis bursátiles con soflamas bélicas, patrioterismo barato y poco más.

Algunos estadounidenses tienen una curiosa percepción de la geografia, creen que el mundo es cuadrado y que se acaba en los límites de Norteamérica. Da igual que hayan estado en la Luna y hayan visto que no, que es redondo, más grande de lo que piensan y que además está habitado por miles de millones de personas. Fíjate tú, tanto soñar con las estrellas, tanta ciencia ficción y tanto ET y resulta que tienen otro mundo, otras razas y culturas aquí mismo, sin salir del planeta. Y ellos, sin darse cuenta. Claro, que también da miedo imaginarse a los USA de embajadores de la Tierra en el cosmos, aniquilando de forma preventiva planetas y formas de vida a poco que dieran muestras de ser inteligentes. En sus manos, la conquista del espacio podría ser una reedición de su sangrienta e ignominiosa conquista del Oeste o algo peor. ¿Extraterrestres? Para Bush lo somos nosotros, él no es de aquí, él es de Tejas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de abril de 2003