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CARTAS AL DIRECTOR

La destrucción de la Biblioteca Nacional de Irak

El pasado 7 de marzo, el Comité Internacional del Escudo Azul (ICBS), una organización cultural internacional, equivalente a la Cruz Roja, hizo una declaración -a la que se adhirió la Biblioteca de Catalunya- en la que expresaba su profunda preocupación por la potencial destrucción del patrimonio cultural en el caso de guerra en Irak.

A la inquietud por la pérdida de vidas humanas, reclamaba el derecho fundamental del hombre a acceder a su auténtico patrimonio cultural, e instaba a los gobiernos a actuar de acuerdo con la Convención de La Haya para la protección de los bienes culturales -archivos, bibliotecas, monumentos y museos- en caso de conflicto armado. Las destrucciones de patrimonio cultural no afectan sólo a un pueblo, sino a toda la humanidad.

El Col.legi Oficial de Bibliotecaris-Documentalistes, el 4 de febrero hizo un manifiesto a favor de la paz, porque entendíamos que la guerra sólo trae destrucción, odio y barbarie. Ahora, a los muertos, a los desposeídos, a los niños heridos y maltratados, se añade la destrucción de un conocimiento milenario, de una tierra que ha sido la cuna de la civilización: se ha incendiado la Biblioteca Nacional,

se han destruido sus archivos, se ha expoliado el Museo Arqueológico. La información y el conocimiento acumulados de todo un pueblo se han destruido en pocas semanas de guerra. A la barbarie de los invasores se suma ahora la barbarie de los invadidos.

Creemos que la información y el conocimiento han de estar al servicio del crecimiento de los pueblos y no de su destrucción. Nunca más otra guerra.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de abril de 2003