Los productores españoles de patata han culminado 12 meses de crisis ante la imposibilidad de regular la oferta y la falta de apoyo de la Administración. La crisis se inició hace un año con la elevada cosecha de patata temprana en el sur, continuó en los meses de verano en la zona centro con la patata de media estación y siguieron los problemas con la patata tardía en el norte. En estas zonas se han quedado sin recoger muchas parcelas ante los bajos precios en origen y los agricultores mantienen almacenadas miles de toneladas. Los precios de la patata en origen en los últimos meses han oscilado entre 0,05 y 0,08 euros por kilo.
El Ministerio de Agricultura no dará ayudas para eliminar los excedentes de la campaña anterior y que algunas organizaciones agrarias cifran en unas 200.000 toneladas. Según fuentes de la Administración, las soluciones no pasan por subvencionar la eliminación de excedentes, sino por apoyar estructuras que ordenen el sector.
La crisis del año pasado obedeció a la elevada producción tanto en España como en el resto de la UE, donde hay más rendimiento por hectárea y una mayor estructura de comercialización. En la última campaña, la producción fue de 3,1 millones de toneladas frente a las 956.000 del año anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de abril de 2003