El Gobierno británico informó ayer de que se han encontrado los cuerpos de dos de sus soldados enterrados cerca de Basora, en el sur de Irak. Londres sostiene que podrían haber sido ejecutados. Las imágenes de los cadáveres de estos dos soldados fueron difundidas el mes pasado por la cadena Al Yazira. El primer ministro Tony Blair ya dijo entonces que habían sido ejecutados por los iraquíes, lo que provocó una polémica.
Según indicó una portavoz del Ministerio de Defensa, los cadáveres corresponden a Simon Cullingworth, de 36 años, y Luke Allsopp, de 24 años, que fueron dados por desaparecidos el 23 de marzo durante una operación militar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de abril de 2003