La música no sirvió para tranquilizar ayer a los jóvenes intérpretes que se sometían a examen en la Musika Etxea de Vitoria. Tampoco a sus competidores, los candidatos que en días anteriores, desde el 17 de abril, participaban en las audiciones organizadas por la Joven Orquesta de Euskal Herria (EGO) para cubrir las 30 plazas de titular que oferta el conjunto en esta edición, porque eran 180 aspirantes en total y se jugaban mucho. En la imagen, dos músicos ensaya ante un espejo antes de realizar las decisivas pruebas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de abril de 2003