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OPINIÓN DEL LECTOR

Manipulaciones

Lo único de valor que realmente poseemos desde el momento en que nacemos es la vida; ese es nuestro más preciado bien. Un bien efímero que no hay que dilapidar y muchísimo menos arrebatar bajo la salvaje justificación de salvadores -ya sea de patrias u oprimidos- sin escrúpulos y sin motivos. Da igual que sea en Irak o en Euskadi; el sufrimiento es el mismo para los familiares y allegados de las víctimas. Cuesta creer que existan justificaciones de ningún tipo para los criminales y para quienes les apoyan; ya sean de carácter ideológico o económico. Hemos entrado en el siglo XXI, y todavía existen personas para las que es más importante recrearse en la contemplación de su propio ombligo. Es más, su ombliguitis sirve de justificación para cualquier tipo de atrocidad.

No hace mucho, las críticas de los militantes nacionalistas hacia los instigadores de la violencia era unánime; ya fuera en las altas esferas del partido o en los simpatizantes de a pie. Ha cambiado la estrategia política para enfrentar las próximas elecciones y con ello el discurso de los dirigentes y, a su vez, la opinión de los afiliados de base y los simpatizantes. Hasta tal punto llega la manipulación que la señalización de un penalti en un partido de fútbol era una maniobra de los poderes fácticos para que la Real Sociedad no ganara esta liga.

Seguramente, el apoyo del PP a la invasión de Irak se va a dejar sentir en los resultados de las próximas elecciones. ¿Va a ocurrir lo mismo en el PNV? Teniendo en cuenta la capacidad de crítica y la sumisión de la militancia y los simpatizantes, cabe suponer que no ocurra lo mismo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de abril de 2003