La falta de credibilidad que generó con sus retiradas y posteriores vueltas a la competición ha obligado al baloncestista estadounidense Michael Jordan a certificar que su tercer adiós, a sus 40 años de edad, es el definitivo mediante una carta abierta publicada en los principales periódicos de su país.
"No seré más jugador, pero nuestra relación", dice en ella a los aficionados, "jamás se acabará porque ahora estoy más integrado que nunca [a través de los Wizards de Washington] en el mundo del baloncesto profesional".
Jordan también habla en su misiva con su propio deporte: "Querido baloncesto: han pasado 28 años desde que te vi en la parte posterior de nuestro garaje. (...) Me encontraste en la esquina y nos pusimos a bailar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de abril de 2003