Cuatro turistas españoles y un piloto surafricano de origen polaco fallecieron en la tarde del domingo cuando la avioneta en la que viajaban se estrelló tras despegar en el norte de Suráfrica. Guillermo García Campello, de 59 años; su esposa, Francisca Martínez Carbonell, también de 59; Josefina García Campello, de 69, y hermana de Guillermo, y el operador que había organizado el safari, Fernando Sacristán Librero, de 34, regresaban a Johanesburgo para conectar con el avión de regreso a España.
"Es la primera vez que viajábamos a Suráfrica", dijo Guillermo García, hijo mayor del empresario ilicitano, que junto a un amigo de la familia, Salvador Campello, había despegado 15 minutos antes desde el mismo aeródromo privado de una finca de caza en Wildebeestfontein, en la localidad de Ellisras, a unos 300 kilómetros al norte de Johanesburgo.
Las autoridades de la aviación civil surafricana rastreaban ayer el área del accidente para determinar la causa. Un portavoz policial señaló que la puerta donde se guarda el equipaje se abrió segundos antes del accidente. Al parecer, el piloto viró para aterrizar perdiendo el control del aparato. "Cayó en picado desde unos 500 metros de altura", dijo el portavoz.
El piloto Tomasz Bokowski era un hombre de mucha experiencia. "Estuve con él hace cuatro días, cuando visité una finca en la zona", aseguró ayer el embajador de España en Suráfrica, Miguel Ángel Fernández de Mazarambroz. "Nos contó que dudaba de que hubiese otro piloto con más horas de vuelo que él en la zona". El diplomático acudió al aeropuerto para acompañar a los dos supervivientes. Un funcionario de la Embajada quedó a cargo de los trámites para la repatriación de los restos. Suráfrica es el país con mayor crecimiento turístico del mundo y un porcentaje importante acude a cazar en fincas privadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 22 de abril de 2003