La apertura de la puerta de carga de la avioneta en la que viajaban tres turistas ilicitanos, un guía español y el piloto fue la causa del accidente mortal, según la versión de la policía surafricana ofrecida a las autoridades diplomáticas españolas en Johanesburgo. El hijo del matrimonio que perdió la vida, Guillermo García, y su amigo Salvador Campello, que realizaban el mismo viaje en otra avioneta, llegaron ayer al aeropuerto de El Altet procedentes de Suráfrica. Durante el día de ayer, familiares y amigos de los fallecidos se mantuvieron juntos a la espera de conocer la fecha de repatriación de los cadáveres.
Mientras tanto, los cuerpos de los fallecidos se encuentran en el tanatorio de la localidad de Lephalale, muy cerca del aeropuerto de Ellisras, donde se produjo el accidente. La Policía surafricana realizará las pruebas de ADN a los cadáveres para certificar la identidad de los fallecidos antes de autorizar su repatriación a España. El estado carbonizado de los cuerpos de los fallecidos dificultará esta tarea, que se extenderá durante los próximos días. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraron que el traslado de los cadáveres a Johanesburgo y su salida a España no se podrá realizar antes del domingo, debido a los trámites sanitarios que exigen las autoridades surafricanas. Las mismas fuentes indicaron que, aunque la investigación no se ha cerrado, todo apunta a que la apertura de la puerta de carga produjo el siniestro.
Varios testigos presenciaron cómo la avioneta ocupada por Guillermo García, Francisca Martínez, Josefina García; el guía del viaje, Fernando Sacristán y el piloto del aeroplano, Tomasz Bokowski, cayó desde una altura de 500 metros cuando trató de virar. El giro, dificultado por la puerta abierta, terminó desestabilizando el aparato que acabó estrellándose contra el suelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de abril de 2003