El Barça consumó ayer otra temporada frustrante, sin un solo título que celebrar. Es la cuarta vez consecutiva que sucede. La primera y única derrota europea del curso le costó muy cara al equipo, que cerró una serie extraordinaria pero que le sirve para pasar de cuartos de final: 13 victorias y 2 empates en los 15 partidos disputados.
Lo peor es que la deficiente trayectoria del equipo en la Liga española le deja en una dificilísima posición para alcanzar el objetivo mínimo: clasificarse para disputar un torneo europeo la próxima temporada, algo que siempre había conseguido desde que fueron instaurados. Pero ahora se teme lo peor. A ocho jornadas para el final del campeonato y situado en 12ª posición, el Barça está a nada menos que 14 puntos de los puestos que clasifican para la Liga de Campeones y a cinco puntos de los que dan derecho a la Copa de la UEFA.
Por eso, la prevención de haberse inscrito para una competición de repesca, de tercera fila, como es la Intertoto, podría ser el único camino posible por el que el Barça volviera a estar presente la próxima temporada en las competiciones europeas. El éxito o el fracaso en el empeño no podrá desvelarse probablemente hasta el próximo mes de junio. Antes, en la asamblea de compromisarios del día 5 de mayo, deberá aclararse el próximo futuro del club que hoy preside Enric Reyna. "Este partido no marcará el calendario electoral", anunció Joan Molas, vicepresidente del club, responsable de comunicación.
"El sueño se acabó de una manera injusta y terrible", fue el resumen, por otro lado, que del partido hizo el entrenador azulgrana Radomir Antic. "Ahora sólo nos queda levantarnos y remontar en la Liga", agregó. Los jugadores también mostraron su desolación por la eliminación. "Fue un golpe muy duro", señaló Luis Enrique. "Perdimos un sueño muy importante para todos nosotros", agregó Bonano. "Nos sentimos muy mal. Es desastroso", concluyó Xavi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de abril de 2003