El equipo de 118 observadores de la UE denunció ayer la existencia de un fraude en las elecciones presidenciales del fin de semana en Nigeria, en las que logró la reelección Olusegun Obasanjo con el 61,8% de los votos, según el último recuento validado anoche por la Comisión Electoral.
La manipulación consistió en "sustituir urnas y falsificar resultados", sostiene el informe de la UE, que sin embargo valida su resultado al recomendar la no suspensión de los comicios, ya que las irregularidades no fueron generalizadas y se concentraron en los Estados del sur, los de mayor riqueza petrolera. Otro informe de la Commonwealth hizo hincapié en los esfuerzos de Obasanjo en favor de unas elecciones justas.
La derrotada oposición decidió anoche no aceptar la proclamación de Obasanjo y solicitar la repetición de los comicios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de abril de 2003