Tyco Microser, empresa especializada en electrónica, despedirá a 310 de sus 661 trabajadores en Madrid. Así lo recoge el expediente de regulación de empleo (ERE) que la empresa de producción de circuitos impresos presentó en Trabajo el pasado 11 de abril y que ahora mismo se negocia con los sindicatos y el comité de empresa. La razón de este despido masivo es, según denuncian UGT y CCOO, el traslado de parte de la producción a Boecillo, en Valladolid, por el que la empresa recibiría una subvención de la Junta de Castilla y León.
Los trabajadores de Tyco Microser se opondrán al cambio. La noticia de que casi la mitad de ellos -310- serán despedidos ha sentado muy mal en la planta. Hace dos años, el gigante Tyco, un conglomerado estadounidense que fabrica desde perchas hasta fibra óptica, compró la empresa Microser, perteneciente a la familia Rico.
También adquirió la planta del Parque Tecnológico de Boecillo, para la que contrató en marzo de este mismo año a alrededor de 120 trabajadores, según fuentes sindicales.
El comité de empresa de la sede madrileña denuncia que la reciente contratación de empleados para Boecillo, unida al expediente de regulación de empleo, obedecen a una bonificación de 27,85 millones de euros que la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Economía y Hacienda otorgarán por la creación de puestos de trabajo.
Vicente Aparicio, representante de la Federación del Metal de CC OO, se refirió al efecto frontera, que "propicia la creciente deslocalización industrial que sufre Madrid".
Un portavoz de la empresa anunció ayer que no pueden dar su versión hasta tener el permiso de la central en EE UU.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de abril de 2003