"La clave de la eliminatoria ha sido la parada de Casillas en el segundo tiempo, en la volea de Verón", dijo el técnico del Manchester, Alex Ferguson. "El portero ha estado excepcional".
Casillas volvió a hacer un gran partido en Old Trafford y el madridismo le deberá otra noche más en su historial de la Copa de Europa. Como dijo Ferguson, el portero paró un tiro de Verón desde el borde del área que parecía tocar la red. Y paró un mano a mano con Van Nistelrooy, y un tiro de Solskjaer que iba dentro, casi a bocajarro. En un partido impredecible, Casillas respondió superándose. Por superarse, hasta salió con contundencia en un par de balones colgados.
"Ha sido un partido muy difícil de explicar", comentó Hierro al salir de la ducha; "muy difícil. Porque parecía que controlabas la situación y te marcaban. Cuando menos lo esperabas ellos ya te dominaban a ti. Los siete goles que se han marcado demuestran que hoy en Old Trafford estaban los dos equipos con más calidad ofensiva del mundo".
En medio la refriega, en el segundo tiempo, el Madrid flaqueó. "Hubo un momento en que perdimos el balón", recordó Salgado. "En el segundo tiempo manejábamos el partido y de pronto ellos comenzaron a marcar. Ahí te das cuenta de lo que es este campo. Aquí te pueden meter cinco goles en diez minutos".
Como otras veces
En esos momentos surgió Casillas para convertirse otra vez en uno de los héroes de la velada. Como en Old Trafford en la eliminatoria del 2000, como en Glasgow en el 2002, como en Múnich en 2000...
El portero volvió a salir por la bocana del portón del fondo este. Sereno, sin parecer darse cuenta de lo que había hecho: "Bueno, creo que el equipo ha estado sensacional. Yo he hecho lo que he podido. Me resulta raro que se diga que un portero ha estado bien cuando se ha ido del partido con cuatro goles en contra, aunque uno ha sido en propia meta y otro, casi. Pero esto es así. Este partido ha sido especial, teniendo en cuenta la cantidad de veces que nos han llegado".
¿Y la volea de Verón? se le preguntó. "Sí, fue una parada", afirmó Casillas, como si no hubiera hecho casi nada. Pero el portero madridista se estiró en un gran salto para detener un disparo potentísimo al ángulo izquierdo. El balón salió rebotado hacia la grada. No tuvo nada de extraño que el propio Alex Ferguson se fijara especialmente en que esa jugada fue decisiva para el devenir de la eliminatoria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de abril de 2003