Automovilistas Europeos Asociados (AEA) denunció ayer que el impuesto de circulación es casi cuatro veces más caro en unas ciudades españolas que en otras, lo que genera la existencia de "paraísos fiscales" en relación con el pago de este gravamen municipal, que alcanza anualmente la suma de 1.000 millones de euros.
Según un informe elaborado por esta organización, los residentes en Barcelona pagan un 23% más en impuestos locales sobre el automóvil que los automovilistas empadronados en Madrid, Valencia o A Coruña. Además, el estudio pone de manifiesto que un automóvil de tipo medio (11 caballos de potencia fiscal) paga en concepto de impuesto de circulación 18,75 euros en Melilla, 51,95 euros en Madrid y 68,15 euros en Barcelona, lo que supone una diferencia del 263%.
De acuerdo con estos datos, las ciudades más caras en relación con este impuesto son Barcelona, Lleida, Córdoba, Bilbao, Girona y Tarragona, mientras que Ceuta, Melilla, Pamplona, Soria, Zamora y Cáceres "pueden considerarse paraísos fiscales", según AEA. Las diferencias son aún mayores en el sector de motocicletas, ya que una moto de 500 centímetros cúbicos paga 8,33 euros en Melilla y 35,61 euros en San Sebastián, con una diferencia del 327%.
El informe añade que esta situación ha provocado "un éxodo" hacia las ciudades con menor carga fiscal, lo que explica el descenso del 40% registrado en las matriculaciones de los coches de alquiler en Cataluña, donde sus cuatro capitales se encuentran entre las ciudades con una mayor fiscalidad sobre el automóvil. El descenso en las matriculaciones para el conjunto del país es del 11%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de abril de 2003