El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, ha enviado una carta a la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, en la que ofrece las primeras explicaciones oficiales sobre la muerte en Bagdad por disparos de un tanque de EE UU contra el hotel Palestina del cámara que trabajaba para Tele 5 José Couso. Aunque el contenido de la carta no ha trascendido, en líneas generales justifica que la unidad militar norteamericana que abrió fuego el pasado 8 de abril contra el hotel en el que se encontraban alojados los periodistas respondía a unos disparos que se recibieron desde ese edificio, según informa la agencia Europa Press.
La existencia de la carta, enviada ayer a Palacio, fue comunicada por el Gobierno a la familia de José Couso (que estaba casado y tenía dos hijos). Por la mañana, la ministra entregó a José María Aznar, presidente del Gobierno, una copia de la misiva durante el desayuno del Forum Europa en el que participó la número tres de la lista del Partido Popular al Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella, esposa del jefe del Ejecutivo. La carta, de dos folios, fue leía en ese mismo momento por Aznar.
A falta de conocer el contenido exacto de esta primera misiva oficial de Powell sobre la muerte de Couso, que sus compañeros de profesión y su familia calificaron desde el primer momento de asesinato y crimen de guerra, en ella se indicaría que el Gobierno de Estados Unidos podría aportar en el futuro más información sobre las circunstancias del ataque, en el que además de José Couso fallecieron el cámara ucranio de la agencia Reuters Taras Prosyuk y resultaron heridos otros tres periodistas de dicha agencia de noticias.
Desde que se produjeron los hechos, la familia de José Couso y Tele 5 han reclamado explicaciones sobre lo ocurrido al Gobierno de EE UU. El Ejecutivo español, por su parte, se dirigió al Departamento de Estado para que aclarara las circunstancias de la muerte del cámara.
Por otro lado, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Miguel Gil-Casares, matizó ayer las declaraciones de Ana Palacio y aseguró que el Gobierno aceptaría el resultado de una elección democrática en Irak, aunque ganasen los islamistas. Gil-Casares también defendió la actuación del Ejecutivo en esta crisis, en la que "no persigue beneficios concretos de índole material o de ninguna otra índole".
La ministra de Asuntos Exteriores aseguró el pasado martes que no quería para el pueblo de Irak un Gobierno islamista, si bien luego precisó que se refería a un Gobierno islamista extremista. "España respetará cualquier elección democrática que se produzca", matizó ayer Gil-Casares, en respuesta a una pregunta que le dirigió el senador socialista José Castro Rabadán durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso. El secretario de Estado aseguró que lo que dijo la ministra es que a ella "no le gustaría que saliera un Gobierno islamista", no que el Gobierno se oponga a ello.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de abril de 2003