Los vecinos de los edificios que viven junto a la central eléctrica explotada por Iberdrola, en la calle del Mirador de la Reina (Fuencarral), llevan cuatro años denunciando el peligro que supone la contaminación de estas instalaciones. Peligro por radiación electromagnética, radiación eléctrica, descargas eléctricas, ruido y vibraciones. Tras estos cuatro años sin respuestas concretas nos hemos constituido en plataforma desde la que denunciar las irregularidades que se han cometido, empezando por la falta de información que tuvimos de la Administración, que ha permitido la ampliación de la industria a más del doble de su capacidad.
Viendo que la Administración permite semejante atropello sin realizar estudios de impacto ambiental, permitiendo el comienzo de obras sin las debidas licencias, motivo por el que tuvieron que suspenderse durante unos días, y finalmente entrando en funcionamiento tras la instalación de dos transformadores del tamaño de una casa cada uno y una selva de torres, cables y postes eléctricos; además han aprovechando la coyuntura para instalar una antena de telefonía móvil.
Todo ello ha provocado unos niveles de contaminación electromagnética y sonora que los vecinos nos hemos visto obligados a denunciar de forma masiva.
El Ayuntamiento nos informa de que los niveles de ruido están muy por encima de los niveles permitidos, además de haber permitido el inicio de la actividad sin la preceptiva licencia de funcionamiento. Mientras los vecinos hemos tenido que blindar nuestras viviendas, y no hemos recibido subvención alguna ni por parte de Iberdrola ("quien contamina paga") ni del Ayuntamiento ("valedor de la legalidad").
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de abril de 2003