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Entrevista:Alberto Fernández Díaz | Candidato del PP | LA BARCELONA QUE SOMIO | Los alcaldables en el aula de EL PAÍS

"Barcelona no tiene que buscar referentes en otras ciudades"

Alberto Fernández Díaz, candidato del Partido Popular a la alcaldía de la ciudad de Barcelona, abrió ayer un ciclo del Aula EL PAÍS en el que participarán los cinco cabezas de lista de los partidos que concurren a las próximas elecciones municipales. Bajo el título La Barcelona que sueño, los candidatos explicarán qué idea y modelo de ciudad es el que defienden y quieren representar. No se trata de la exposición de los programas electorales de cada una de las formaciones políticas que concurren a los comicios, sino de una idea general, de un discurso sobre la ciudad. En el debate posterior, Fernández Díaz insistió en la importancia del desarrollo de las infraestructuras para la ciudad y el turismo.

"Hablar de sueños de un candidato puede parecer utópico o poco riguroso, pero en cualquier caso quiero identificar sueño con convicción. Lo primero que tengo es convicción y ambición por Barcelona. Mi sueño es conseguir una sociedad barcelonesa convencida de ella misma y comprometida en el futuro de su ciudad. Tenemos que retomar y potenciar la sociedad civil, aquella que hizo de Barcelona y en cierto modo también de Cataluña, a veces en condiciones muy adversas, lo que ahora somos".

"Otro sueño es el de una Barcelona con su propio referente, que sea ella misma. No me gusta ese discurso de compararse o de tomar como referencia a otras ciudades ya sean españolas o europeas. Evidentemente, debemos aprender de los demás, pero creo que Barcelona debe desarrollar su propio modelo de ciudad, de crecimiento, de sostenibilidad, de modelo de vida y de abordar el futuro. Si tengo que hablar de sueño debo hablar de sentimiento y, por tanto, de personas, que para mí son lo más importante".

"Barcelona tiene que conjurarse como la gran plataforma logística del sur de Europa y del Mediterráneo. ¿Esto, qué significa?: conseguir que Barcelona sea un referente de progreso y de bienestar".

"Debo reconocer la vocación transformadora de los socialistas en los primeros años de gobierno municipal, que situaría hasta después de los Juegos Olímpicos. Pero esta vocación se ha agotado. Ahora necesitamos un nuevo sueño transformador y renovador, pero no mirando hacia atrás desde la autocomplacencia, sino por el propio empuje de la ciudad y de su gobierno municipal".

"Mi sueño también tiene que ser una apuesta por un gobierno que permita superar lo que ha representado una pesadilla para los barceloneses: el enfrentamiento institucional entre los dos lados de la plaza de Sant Jaume".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de abril de 2003