A medida que pasan los días y Sadam Husein no aparece, se multiplican los rumores en Bagdad sobre su paradero en la ciudad. Son numerosos los bagdadíes que lo sitúan en el barrio de Adahamiya, donde fue visto por última vez y en el que se encuentra la mezquita atacada y registrada por los marines estadounidenses en busca del dictador. El barrio está habitado por una mayoría suní y era una de las zonas de residencia preferida de cuadros del partido Baaz. Adel Sarhan al Ubaidi, de 75 años, es uno de los testigos que vio a Sadam el pasado 9 de abril, el mismo día en que los marines tomaron Bagdad, y aparece en las imágenes distribuidas por una cadena árabe abrazando al líder iraquí.
"Había rumores de que la ciudad ya había caído. Pero no nos lo creíamos, porque los americanos todavía no habían aparecido por aquí", indicó Al Ubaidi, que el día de la toma de Bagdad salió a comprar pan, pasadas las dos de la tarde, a un establecimiento situado a unos 50 metros de su casa. "Vi a un hombre vestido de soldado que sonreía y me quedé de piedra cuando reconocí su cara. La verdad es que parecía que tenía una sonrisa forzada. Quedé tan sorprendido que no estaba seguro de si era en realidad Sadam, cuando reconocí a uno de sus guardaespaldas a quien había visto muchas veces en la televisión". Según el testimonio de Al Ubaidi, no había más de un centenar de personas alrededor del presidente iraquí.
Al Ubaidi señaló que el dictador presentaba aspecto cansado y tenía los ojos enrojecidos. "Parecía que había dormido con el uniforme puesto y además no iba afeitado". En aquellos momentos los marines avanzaban por el interior de la capital. "Sentí miedo porque me di cuenta de que podían bombardearnos y algo parecido debió pensar el guardaespaldas de Sadam, porque lo metió deprisa en un coche que salió a toda velocidad", añadió.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de abril de 2003