Mi cuñada, persona sensible y de gran corazón, que participó en las manifestaciones contra la guerra, dice que va a votar al PP porque la corporación de ese partido tiene su ciudad como una patena.
Se hace así eco, tal vez inconsciente, de la pregunta retórica de Aznar: "¿Qué tiene que ver Sadam Husein con el alcalde de Valladolid?".
Yo creo que sí tiene, y mucho, que ver, y no puedo dejar de recordar (para no remontarnos a otras épocas y latitudes) a los votantes que, aun siendo contrarios a la violencia, han apoyado a ayuntamientos abertzales por su buena labor local.
Me temo que, si prolifera el voto con motivaciones estéticas, vamos a seguir teniendo lo que nos merecemos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de abril de 2003