Los nueve cuentos escritos a sus hijos Francisco y María Teresa por el maestro y médico Julio Castro desde el penal de Burgos en la Navidad de 1940 se han convertido en un libro, publicado por la Diputación de Málaga, que ayer presentó la consejera de Economía y Hacienda, Magdalena Álvarez. Castro, nacido en Málaga en 1909, fue miembro desde los 19 años de la Federación Universitaria Escolar (FUE), de tendencia republicana, que se enfrentó a la Dictadura de Primo de Rivera. Desde 1930 ejerció como maestro en Benaque (Málaga), Tineo (Asturias) -en el 32 se afilió a la FETE-UGT- y Algarrobo (Málaga). Cuando se inicia la Guerra Civil, trabajaba ya en la ciudad de Málaga, en donde fue detenido en 1937 y condenado a 30 años de reclusión mayor e inhabilitación perpetua. Desde 1938 a 1943 estuvo en el penal de Burgos. Tras estudiar la carrera de Medicina, marchó al exilio a Argentina en 1950, en donde murió en 1968.
En las Navidades de 1940, sin nada que regalar a sus hijos, Castro ideó y confeccionó nueve cuentos, escritos a mano e ilustrados por él o algunos de sus compañeros de prisión, que también le ayudaron en la encuadernación. Las páginas editadas ahora en facsímil por la Diputación, pasaron de hijos a nietos y a biznietos del autor, y fueron y volvieron a Argentina. Los siete descendientes de Julio Castro volvieron a España en 1989 y viven desde entonces en Sevilla. "Mis padres me leyeron de niña estos cuentos y yo se los he leido a mis hijos", declaró ayer Marcela Castro, una de las nietas del autor. "Esta edición es el homenaje a todos los Julio que tuvieron que irse del país o fueron a la cárcel, por sus ideas y por ser personas honradas", afirmó la consejera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de abril de 2003