El proceso judicial contra el imam de Fuengirola, Mohamed Kamal Mostaza, sigue adelante. El Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona ha abierto procedimiento abreviado contra él por considerar que pudo cometer un delito de discriminación al publicar el libro La mujer en el islam, en el que se justifica que la mujer pueda recibir malos tratos de un hombre.
Esa decisión judicial supone un avance casi definitivo para que el imam acabe sentado en el banquillo de los acusados, pues el juez podía haber optado por archivar el caso. Ahora corresponde pronunciarse al fiscal y a la acusación particular, que representa a un centenar de mujeres. Con toda probabilidad, ambos presentarán escrito de acusación contra el imam y se abrirá juicio oral contra él.
María José Varela, abogada de asociaciones querellantes, aseguró ayer: " va muy en la línea de nuestros planteamientos". En este sentido, el juez imputa al imam un presunto delito previsto en el artículo 510 del Código Penal, que castiga con penas de uno a tres años de cárcel a "los que provocaren a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas y otros referentes a la ideología, religión (...), su origen nacional, su sexo".
Kamal declaró como imputado hace un año y justificó que se pegase a las mujeres amparándose en el Corán. De la página 85 a la 87 de la polémica obra se establecen las pautas del castigo físico y se aconseja que no se pegue nunca en una situación de furia y que no se haga sobre las partes sensibles del cuerpo, sino sobre pies y manos, y con una vara fina y ligera para no dejar huella.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de abril de 2003