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Mueren en Murcia 4 miembros de una familia en una fosa séptica

Los hombres perdieron la vida uno tras otro al entrar en el pozo

Cuatro miembros de la familia Belmonte, dos de ellos, padre e hijo, fallecieron ayer asfixiados por emanaciones de gases mientras limpiaban una fosa séptica de su explotación ganadera, situada en la pedanía murciana de Los Dolores, según informaron fuentes del servicio de emergencias 112. Los cuatro hombres se adentraron uno a uno para limpiar el pozo negro, que estaba atascado de purines.

Las emanaciones de gas metano (generado por la fermentación de los excrementos) provocaron que el primero perdiera el conocimiento. Cuando sus familiares intentaron rescatarlo, les pasó a ellos lo mismo.

La tardanza en regresar a casa de los cuatro familiares inquietó a los vecinos de la pedanía. Alertados por la llamada de teléfono de un vecino, que pensaba que sólo había dos personas en la fosa, varios efectivos del Parque de Bomberos de Murcia, acompañados de una ambulancia y agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, estos últimos encuadrados en la Policía Judicial, se desplazaron hasta Los Dolores. Allí pudieron comprobar que eran cuatro y no dos los cuerpos que había en el pozo negro, situado en una explotación familiar de la zona denominada el Carril de los Campoys.

Según manifestó el portavoz del Cuerpo Nacional de Policía de Murcia, los fallecidos son José Belmonte Morales, propietario de la vaquería; su hijo Diego Belmonte; el primo de éste Antonio Belmonte y un cuñado del primero, Alfonso Ortiz, todos ellos con edades comprendidas entre los 23 y 59 años.

Gas metano

La muerte por los efectos de la putrefacción de los excrementos de los animales es, según los expertos, instantánea, ya que la falta de oxígeno y el exceso de gases letales (el más común y rápido es el metano, pero también el monóxido de carbono) provocan la pérdida inmediata del sentido. La víctima sigue respirando hasta que muere intoxicada.

La trágica noticia se difundió rápidamente por la pedanía, excepcionalmente poblada por vecinos por ser día de fiesta (el entierro de la Sardina, el día más festivo de Murcia). Decenas de personas acompañaron hasta el lugar de los hechos a los familiares de los fallecidos. Allí, algunos recordaron cómo, en octubre de 2001, un inmigrante lituano murió asfixiado en Alquerías cuando limpiaba un pozo negro. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia, que se encontraba de guardia, se personó en la zona para proceder al levantamiento de los cadáveres y su traslado al Instituto Anatómico Forense.

Tras conocer las cuatro muertes, el dirigente socialista José Salvador Fuentes Zorita hizo público un comunicado en el que asegura que mañana solicitará al alcalde de Murcia, el popular Miguel Ángel Cámara, el censo de pozos negros de la zona y reclamará información sobre el plan de inspecciones de estas instalaciones en el municipio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de abril de 2003