En su diario del pasado 21, en la sección de Madrid dan una noticia con el siguiente título: Un conductor arrolla mortalmente al joven que perseguía tras caer por un terraplén.
Del joven fallecido sólo sabemos que era rumano, que tenía 21 años, que no tenía antecedentes penales, que no tenía familia en España y que no se encontró en su poder el supuesto botín robado: un radiocasete.
Sí sabemos, sin embargo, que, por sospechoso, fue víctima de una persecución por otros jóvenes que, de madrugada, deciden protagonizar una batida al más puro estilo de las películas americanas con el resultado de que el joven moría con la cabeza destrozada y los "justicieros" resultaban ilesos.
Siento un escalofrío al pensar que a esto se le considere un desgraciado accidente y que nadie pedirá la aclaración de los hechos por parte de este pobre desdichado y "supuesto ladronzuelo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de abril de 2003