Las encuestas realizadas a pie de urna otorgan una holgada victoria al candidato del oficialista Partido Colorado, Nicanor Duarte, en las elecciones presidenciales que ayer tuvieron lugar en Paraguay. Según los sondeos efectuados por distintos medios locales, Duarte, de 46 años, fue el candidato más votado -entre un 39% y un 40,2 de los votos-, mientras que en segunda posición existe un empate técnico entre el liberal Julio César Franco -entre el 21,2% y 24,3- y el independiente Pedro Fadul -entre el 17,6% y el 24,7-.
Duarte no esperó a celebrar la victoria. Quince minutos después de divulgarse los resultados de los sondeos, en los que está situado en primera posición con una amplia ventaja, apareció en su residencia con los brazos en alto en señal de triunfo y agradeció a los paraguayos su voto con un discurso en el que llamó a los dos candidatos de la oposición a colaborar con él. "Se cumple no solo mi sueño sino el de los sectores populares del país para que su representante llegue a la conducción de la república", afirmó Duarte, que será presidente hasta 2007.
Por detrás de estos candidatos se sitúa el de la formación del ex general golpista Lino Oviedo, el Partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Punace), Guillermo Sánchez Guffanti, al que los sondeos le dan entre un 10,7 y un 13,9%. El Partido Encuentro Nacional, tercera fuerza hasta ahora, desaparece prácticamente del mapa político con porcentajes que rondan entre el dos y el 3%.
En total más de 2,4 millones de paraguayos concurrieron ayer a las urnas para elegir a presidente, vicepresidente, 45 senadores, 80 diputados y los cargos de las juntas y gobiernos provinciales.
Los candidatos a la presidencia de Paraguay votaron casi al mismo tiempo, aunque en lugares diferentes, en la jornada electoral de ayer. Duarte hizo el signo de la victoria en el colegio electoral al depositar su voto, al tiempo que invitaba a la oposición a participar en una "mesa patriótica" destinada a reactivar la economía, controlar el déficit, generar empleo y relanzar la confianza en las instituciones. La corrupción fue el asunto recurrente de la campaña para criticar a Luis González Macchi, que alcanzó el poder siendo presidente del Senado, en 1999, tras suceder al dimitido Raúl Cubas por las sospechas de que estaba involucrado en el asesinato del vicepresidente Luis María Argana.
En estos cuatro años, Paraguay ha conocido la peor crisis económica y social de su historia reciente, con un tercio de la población debajo del umbral de pobreza.
Alrededor de 70 observadores de la Organización de Estados Americanos y del organismo no gubernamental Fundación Internacional para Sistemas Electorales, cuya misión está encabezada por el ex presidente de Costa Rica Miguel Angel Rodríguez, supervisaron el desarrollo de unos comicios en los que apenas hubo inicidentes de mención.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de abril de 2003