Vivo en un primero. El aciago día 20 de marzo colgué en mi balcón un crespón negro en señal de duelo por el pueblo iraquí, que tan brutal e injustificadamente era bombardeado. Ante la continuación de los ataques, le añadí el símbolo pacifista deseando, como cientos de miles de ciudadanos del mundo, que se reinstaurara la paz. Los bombardeos continuaron, la paz no se reinstauró, el país quedó arrasado y sumido en el caos, y los gobernantes nos perdieron el respeto a los ciudadanos de buena voluntad acusándonos de crispar los ánimos con nuestras protestas. Decía el Gobierno que se empieza lanzando huevos y se termina lanzando bombas.
Recientemente, ya en plena y descarada ocupación, me han lanzado un huevo al balcón. ¡Y yo no soy del PP! Me pregunto: ¿quién tira los huevos?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de abril de 2003