El octavo Desembalaje en la Feria de Muestras de Bilbao congregó ayer a casi 150 anticuarios y a centenares de visitantes, que buscaron entre los objetos antiguos (unos restaurados y otros no) las gangas que este tipo de certámenes prometen. Más de uno encontró lo que buscaba.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de abril de 2003