La selección española de fútbol se entrenó ayer por la tarde en la Ciudad Deportiva del Real Madrid. El miércoles juega un amistoso contra Ecuador en el Calderón. A la misma hora del entrenamiento, los centrocampistas del Valencia Vicente y Albelda, convocados por Iñaki Sáez para ese encuentro, viajaban juntos en el coche del primero de ellos a la capital. Según el club valenciano, lesionados. Según la federación española, con molestias, hasta que confirmó sus bajas en un examen hecho por el médico federativo, Genaro Borrás.
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Albelda no pudo acabar el partido que el Valencia jugó el domingo contra el Alavés. Sufre molestias en un abductor. Vicente sí jugó los 90 minutos, pero se resintió de un esguince de tobillo. El Valencia, mediante su jefe de los servicios médicos, Jorge Candel, comunicó el mismo domingo por la noche a la federación que los dos jugadores no estaban en condiciones de jugar el miércoles ante Ecuador, y ayer al mediodía envió un fax con el resultado de las pruebas médicas a ambos futbolistas. La federación, sin embargo, obligó a los jugadores a viajar a Madrid para ser examinados por los médicos del combinado nacional y, trasconfirmarse sus bajas, les dio permiso para regresar inmediatamente a Valencia. "Somos unos mandados. Seguimos órdenes", sólo dijo Albelda.
La polémica radica en que tanto Vicente como Albelda no viajaron ayer por la mañana a Madrid, como el resto de seleccionados, y permanecieron en Valencia sin el permiso de la federación. "Tienen que venir aquí, porque la mayoría de veces se recuperan. Hay que cumplir las normas, porque lo que han hecho no es normal ni de sentido común", afirmó ayer un molesto Iñaki Sáez. "A veces el club no quiere que jueguen, manda un parte y ya está", añadió el seleccionador. A la convocatoria sí acudieron los otros tres valencianistas citados -Cañizares, Baraja y Marchena- y el jugador del Athletic de Bilbao Etxeberria, lesionado. El jugador vasco fue examinado por los médicos de la selección y recibió el permiso para regresar a Bilbao. "Él ha cumplido, los otros no", dijo Sáez.
El Valencia incluso sugirió a la federación que Vicente y Albelda fueran examinados en Valencia por un médico desvinculado del club valencianista, pero la respuesta fue tajante: tienen que viajar. "Lo más probable es que se confirmen sus lesiones, pero hay que examinarlos. Si el dolor fuera muy fuerte, no podrían jugar", afirmó ayer el médico de la selección, Genaro Borrás.
De no acudir a la convocatoria de España, los futbolistas se arriesgan a una sanción de entre dos y cinco años, según los estatutos de la federación española y la ley del Deporte. El artículo 78 del organismo federativo considera la inasistencia como una falta "muy grave" siempre que se trate de una ausencia "no justificada". Sáez, además, se encargó ayer de recordar el precedente del delantero del Betis Alfonso, quien en 1991, cuando era futbolista del Real Madrid, no acudió a la convocatoria del equipo nacional para participar en el Mundial juvenil de Portugal, que se jugaba del 14 al 30 de junio. El Real Madrid no concedió permiso al jugador para viajar con la selección entrenada por Jesús Pereda, pues en esas mismas fechas el filial blanco se jugaba la clasificación para la liguilla de ascenso a Segunda. La FIFA inhabilitó a Alfonso del 13 al 30 de junio, periodo que coincidía con el Mundial, para participar en competiciones nacionales e internacionales.
Sáez, en todo caso, ha convocado a última hora al barcelonista Gabri, que ya viajaba en coche a pasar el día en su pueblo, al jugador de la Real Sociedad De Pedro, y a Sergio, del Deportivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de abril de 2003